Mauricio Vera, decano de la Facultad de Diseño, Comunicación y Bellas Artes de la Fundación Universitaria del Área Andina en Pereira y actual vicepresidente de la Asociación Colombiana de Facultades y Programas de Comunicación, AFACOM, fue entrevistado en el Diario del Otún de la ciudad de Pereira.
Hablemos de la producción editorial de la regional Eje Cafetero
A pesar de ser una asociación de facultades de comunicación, el tema de proyectos editoriales ha estado muy estancado. Y nosotros, hace un par de años, fuimos la primera regional a nivel nacional en impulsar un proyecto editorial. Ello dio pie a la conformación del Fondo Editorial de AFACOM. El segundo libro corresponde a un tema de coyuntura que es el de la paz y el rol de los medios en el ejercicio del postacuerdo. Se titula “Comunicación y procesos políticos en escenarios de post-conflicto”. En este documento se hace una reflexión muy amplia sobre el papel de la educación y de los medios en el postacuerdo, por lo tanto es un libro que ya está en la comunidad académica y esperamos lanzarlo este mes en la regional Eje Cafetero.
¿En este libro qué se concluye?
La conclusión fundamental está en que hay que reinventar la manera de narrar. Los medios de comunicación, durante 50 o 60 años, narraron el país desde una perspectiva única, desde el ángulo del conflicto con las Farc y el Eln y se construyeron imaginarios muy potentes que nos ocultaron el otro país que evidentemente existe. Esa reinvención que los medios deben hacer para contar ese país que durante ese tiempo no nos contaron los medios, es el gran reto y la gran conclusión. Eso implica que los comunicadores en formación en nuestras universidades deben tener otras sensibilidades, conocer otras historias y buscar ángulos distintos a eso que estamos precisamente superando en este momento, desde la manera en que nos narramos y construimos memoria en el país.
¿En esos 50 años de guerra, dejamos en el olvido temas como la corrupción?
Sí, pareciera que siempre hay una especie de fenómeno o alguien en quien anclar la narración de nuestro país. Ahora estamos transfiriendo lo que fue el conflicto armado duro a un tema de corrupción y luego lo haremos a otras cosas. Pero, en este escenario de postacuerdo, por lo menos superamos que el país ya no es solamente las Farc y el gobierno nacional, también están la corrupción y otras historias que están por contarse.
¿Qué tanto daño le han hecho las redes sociales al ejercicio del periodismo?
Yo creo que mucho. En AFACOM hemos hecho una reflexión muy profunda sobre el tema de coyuntura que son las fake news, las noticias mentirosas, que tienden a distorsionar la opinión pública. Ahí debemos preguntarnos cómo estamos formando nuestros comunicadores, por supuesto que cada quien puede hacer su propio contenido con un celular y subirlo a las redes, pero evidentemente no todos tienen criterios de formación para deteminar, en un contexto histórico, qué signifca una información determinada. Es decir, cómo formamos comunicadores que le den perspectiva histórica a los contenidos y que tengan responsabilidad ética frente a la información.
¿Y cuál es el papel de los medios?
El segundo aspecto son los mecanismos de detección de credibilidad en los medios. Los medios tradicionales tienen un rol muy importante, porque en este escenario lo que el medio vende, más que la información, es la credibilidad. En este sentido el respaldo que tenga la información desde un medio de comunicación que está legitimado porque lleva muchos años de existencia, porque tiene periodistas de primera línea, va a ser lo que está en juego y es lo que va a permitir depurar todo el contenido que muchas veces no es útil en las redes, para poder que el lector ubique la información que si es relevante, que sí es cierta y que tiene fuentes verificables.
¿Eso ha permitido, en muchos casos, que se monten campañas políticas mentirosas?
El mecanismo es construir el imaginario del enemigo y en eso las redes sociales, no los medios de comunicación aunque a veces le hacen eco a eso, construyen ese imaginario y lo potencian a partir de diseminarlo por todas las redes. Es una manera muy maquiavélica que tenemos de mirarnos a nosotros mismos, porque pareciera que no pudiéramos narrarnos sin tener un enemigo. Es decir que tenemos la necesidad, casi genética, de construir algo como enemigo, como imaginario, y lo posicionamos en la opinión pública.
¿Cómo pueden los medios combatir esas tendencias?
Yo creo que el tema de la credibilidad que tienen los medios tradicionales es fundamental, la capacidad de investigación que tienen éstos no la tiene un ciudadano que sube un contenido erróneo a las redes. Ahí es clave la formación de los periodistas, la tradición y credibilidad del medio y la manera cómo éste llega a diversos públicos. Muchas veces las personas se informan por las redes y no por los medios y ahí toca reinventarse para ver como llegar a estos públicos para que tengan otras fuentes de información.
¿Qué importancia tiene la ética en esa formación de los comunicadores de hoy?
Eso va ligado a toda la responsabilidad que tenemos las universidades de poner en perspectiva la responsabilidad que tiene un comunicador social en la sociedad, en ese proceso de formación va un componente de ética muy importante que las universidades deben inculcarle a esos futuros comunicadores. Y posteriormente está la ética de los medios. Uno entiende que los medios funcionan como empresas, esa es una verdad indiscutible y así lo tienen que hacer. Pero también sabemos que hay una brecha entre eso que se presenta como información simbólica, cultural, políticamente útil, moralmente buena, y la necesidad comercial que tienen los medios.
¿Ha bajado el número de estudiantes de comunicación?
No, paradojicamente los estudiantes de comunicación a nivel nacional vienen subiendo. Cuando uno mira los reportes del sistema de información del Ministerio de Educación, el número de estudiantes ha venido creciendo. Según una investigación que estamos haciendo en AFACOM sobre el mundo de las profesiones la comunicación y las realidades laborales, tenemos 25.000 egresados de las facultades en los últimos 10 años.
¿Es necesario que se reinvente también la carrrera de comunicación en el país?
Es posible que la manera como se imparte la educación formal en las facultades pueda cambiar y podamos pasar, como lo está haciendo ahora Europa, a unos esquemas de carreras más cortas, de titulaciones más cortas, de actualizaciones permanentes. Eso que veníamos tradicionalmente de estudiantes cinco años en un carrera para ser comunicador social-periodista, pueda irse modificando en el mediano plazo. En las tendencias actuales es claro el relevo generacional que genéticamente no tiene la disposición a estar estacionados mucho tiempo en un proyecto universitario de cinco o cuatro años, hay un entorno donde el acceso a la información es muy fácil y versátil.
Entrevista tomada del Periódico El Diario
http://m.eldiario.com.co/seccion/PUNTO+FINAL/mauricio-vera-los-medios-deben-reinventar-la-forma-de-narrar-el-pa-s1804.html